Efectos del masaje
Fundamentalmente con el masaje, se pueden conseguir efectos “mecánicos”,
que son los producidos mediante el contacto manual y los efectos
“psicológicos o mentales”.
Efectos mecánicos
Dentro
los efectos mecánicos se pueden distinguir dos tipos:
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Efecto local, que es el que se produce en una zona
dolorida o tratada
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Efecto reflejo, que es el que se produce en una
zona distante a la tratada. Por ejemplo, al actuar en las
vértebras lumbares, se producen efectos en la zona intestinal,
que puede ser de ayuda en el casos de estreñimiento.
Además de los
efectos sobre la masa muscular, los masajes actúan también, de
manera beneficiosa, sobre:
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La circulación sanguínea
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La circulación linfática
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El sistema nervioso
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El tejido muscular
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El tejido
adiposo
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El tejido
óseo
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Los órganos
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La
piel
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La mente
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Efectos sobre la
circulación sanguínea
Aumenta el flujo sanguíneo a la zona tratada y las relacionadas con
ella, favoreciendo asimismo el regreso venoso al corazón. No debemos
olvidar, que además con el masaje, se ayudará a que la sangre
distribuya con mayor facilidad el oxígeno hacia aquellos órganos o
tejidos, que lo precisen, consiguiendo así la mejor regeneración de
los mismos.
Mejora al mismo tiempo, la liberación de histaminas,
endorfinas, etc. Los efectos del masaje, se hacen
también notorios, en la circulación arterial, muestra evidente de
este hecho, es el tono rosado que adquiere la zona tratada después
de algunas sesiones y la mejoría que experimenta el paciente.
Efectos sobre la circulación linfática
Al actuar sobre la piel de una zona determinada, incidimos en los
vasos linfáticos, que se encuentran en una zona interna, mejorando
de esta manera su función específica.
Efectos sobre el sistema nervioso
El efecto del masaje es polivalente, puesto que puede resultar
estimulante, al actuar sobre los nervios motores, o
relajante y sedante al actuar sobre los
nervios sensitivos; aunque en algunos casos excepcionales, puede no
cumplirse esta regla.
Efectos sobre el tejido muscular
Mediante el aumento de la vascularización, que
consigue el masaje, el músculo encontrará con más facilidad los
nutrientes, que precisa, ayudando asimismo a la eliminación de
toxinas y productos de desecho.
Con el masaje se evitan también las contracturas producidas por
carencia del riego sanguíneo adecuado.
Efectos sobre el tejido adiposo
Cuando el masaje se acompaña de una adecuada dieta y/o ejercicio,
ayuda a disolver con facilidad, aquellas bolsas o depósitos de grasa
localizada.
Efectos sobre el tejido óseo
Aunque el masaje no actúa directamente sobre el propio hueso, al ser
el tejido óseo un elemento vivo en constante renovación, la
activación de la circulación sanguínea, acelera los procesos de
regeneración y mejoría de los huesos, en casos de fracturas por
ejemplo. |
Efectos sobre los órganos
Los órganos vacíos, como por ejemplo el estómago o las tripas, son
los más beneficiados, por los efectos del masaje, puesto que por su
estructura, poseen fibras musculares.
En el resto de órganos no vacíos se actuará de manera refleja.
Efectos
sobre la piel
El masaje libera
la piel de deshechos y de células muertas, que se pueden encontrar,
en forma de escamas.
Al estimular la
circulación de fluidos como sangre y linfa,
activa la nutrición y multiplicación celular, contribuyendo sin el
menor asomo de dudas, a retrasar el envejecimiento de la piel.
Efectos psicológicos del masaje
De todos es sabido, que el efecto relajante del masaje, estimula la
receptividad del paciente, por este motivo se deberá tener especial
cuidado con la ambientación, o sea tener la luz adecuada, la
temperatura oportuna, una música relajante. La estancia deberá estar
limpia y libre de ruidos y estridencias. En un buen ambiente será
mucho más sencillo obtener la confianza del paciente y no se ha de
olvidar que unas palabras de comprensión, en el momento adecuado,
suelen producir efectos tan importantes como el tratamiento
completo. |